La vida cotidiana de las minorías etno-religiosas en la galicia Galicia Medieval

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Hoy os hablaremos de un tema un tanto especial, las minorías etno-religiosas en galicia. Sin más dilación, comencemos con un poco de contexto. :)

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En la península ibérica, durante una buena parte de la historia han pasado bastantes pueblos, muchos de ellos se quedaron y muchos otros se fueron para no volver. Podríamos destacar como las religiones más importantes en la península (sin contar el cristianismo) la religión musulmana y la religión judía. No obstante, estas no eran religiones mayoritarias ni mucho menos, aunque la religión musulmana tiene alguna que otra excepción durante algunos años.

Los musulmanes, que llegaron a la península desde Gibraltar en el siglo VII, y no conformados con los territorios de cerca, acabaron por extenderse por toda la península, haciendo que solo una pequeña parte de la península no fuera conquistada por ellos.

A partir los siglos VIII y XV, diferentes cronistas e historiadores árabes se ocuparon de Galicia, de su extensión territorial, del carácter del pueblo gallego y de sus hábitos. Ana María Carballeira Debasa escribió un artículo sobre el tema, de los pocos que hay y para mí el mejor, por su concisión y el tono divulgativo que siempre es de agradecer. Por si usted quiere leerlo, que se encuentra libremente en Internet, se titula Sobre el concepto de Galicia y los gallegos en los autores árabes medievales. 

En cuanto empezó la reconquista, estos pocos árabes que se encontraban en Galicia fueron primeramente sometidos a grandes impuestos, a conversiones, represiones y luego a la expulsión de la península, por lo tanto Galicia. 

Lo mismo pasó con los judíos, los cuales estuvieron por toda la península de forma pacífica. Por culpa de que estos solían ser prestamistas o algo relacionado con el dinero, eran acusados de muchas mentiras a lo largo de los años acabando también por ser echados junto con los musulmanes o reconvertidos.

Con respecto a los judíos, los cuales eran apartados por el mero hecho de serlo, estes vivían en barrios llamados juderías, nombre el cual quedó en las ciudades como nombres de calles, barrios o zonas, como la judaría de Santiago de Compostela, 0 la de Ribadabia, un buen ejemplo de lo que le pasaron a los judíos en la península.


El establecimiento de los judíos en Ribadavia, puede datarse en los comienzos del siglo XI. Es posible que la estratégica situación de la Villa hubiera atraído a buena cantidad de hebreos que habrían ido llegando, de manera aislada, al reclamo de magníficas posibilidades para sus negocios. La comunidad judía en Ribadavia alcanzó una de población en torno a los 1500 habitantes, agrupándose en una zona que ocupó buena parte de calles, plazas y travesías, desde la parte Oeste de la muralla, alrededor de la Porta Nova. Pese a la gran extensión de esta judería, aún había hebreos que convivían en buena vecindad en barrios cristianos, de la misma manera que otros cristianos residían en la judería.

Tras la expulsión de 1492, muchos de ellos se convirtieron al cristianismo y así mantuvieron las riquezas mantenidas durante generaciones, además de ser considerados conciudadanos de pleno derecho. Unos y otros contribuyeron a la sólida pujanza económica de toda la comarca, que llegó a su punto máximo en los siglos XV y XVI, siempre tomando como base la comercialización del vino, del cual la aljama fue más propietaria que cultivadora directa. Además de comerciantes, los judíos ejercieron oficios artesanos, siendo los más comunes los de zapatero, sastre, herrero, guarnicionero, platero,etc. Otros que no quisieron abjurar de su religión se asentaron provisionalmente en la cercana Portugal, regresando cuando las persecuciones se calmaron, pero volviendo durante los periodos inquisitoriales por el Ribeiro.


De la judería de Ribadavia, declarada Monumento Nacional, todavía persiste el trazado medieval de sus largas y estrechas calles, sus rincones de calles y plazas, porticadas por los voladizos, y patios rodeados de fachadas por los que no parece haber pasado el tiempo. La judería se extiende entre la plaza Mayor y la muralla medieval. Los mercados judíos se ubicaban en los bajos de las casas que evitaban así la entrada del sol para comodidad de los clientes y para preservar los alimentos. Los balcones se proyectan hacia la calle en prominentes salientes para proteger a los bajos de la lluvia; además, colocaban delante de sus propias puertas enlosados de piedra a modo de plataformas, elevadas unos centímetros sobre el nivel de la calzada, para que la humedad del suelo no penetrara en sus locales. Como una continuidad de los edificios, ya sea por las calles o por los soportales, la piedra es así el elemento siempre presente en una judería declarada Monumento Nacional.

https://www.elprogreso.es/blog/rodrigo-cota-paranormalia/galisiya-segun-los-arabes/202003292011091430800.html
https://es.slideshare.net/endefensadeisrael/xudaria-de-ribadavia-presentation

Carmen María Malvido Pena

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